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lunes, 30 de marzo de 2015

EL SISTEMA DE NUMERACIÓN

Los números romanos o el sistema de numeración romana, se basa en la unión de unos símbolos básicos que forman el total de los números romanos.
Aquí tienes la lista con los números en romanos y sus equivalentes en el sistema decimal:
  • –> 1 (uno)
  • V –> 5 (cinco)
  • X –> 10 (diez)
  • L –> 50 (cincuenta)
  • C –> 100 (cien)
  • D –> 500 (quinientos)
  • M –> 1000 (mil)
Origen de los numero romanos:

El sistema de numeración romano posee 4 símbolos principales I, X, C, M, que se corresponden con la unidad, la decena, la centena y el millar, y 3 símbolos secundarios V, L, D que se corresponden con 5, 50 y 500. El sistema de numeración romano no era posicional, como el que usamos en la actualidad, sino que se basaba en la adición y sustracción... Estas son las reglas que suelen enseñar en los colegios, pero, al parecer, resultan que no son las más habituales en el imperio romano. De hecho, la cosa comenzó siendo algo más rudimentaria. En el siguiente vídeo podemos ver todo lo relativo a la numeración romana:

LA LENGUA DE LOS ROMANOS

Gracias a la expansión del pueblo romano, el latín llegó a todas las regiones del mundo entonces conocido, y se convirtió en la lengua predominante de Europa occidental. El latín se ha empleado el latín en la enseñanza superior y en las relaciones diplomáticas hasta el siglo XVIII y sigue siendo la lengua universal de la iglesia católica.

En el siguiente vídeo podemos conocer cómo se expandió el latín por el imperio romano.



Sin embargo, el latín no era lengua nativa de Italia, sino que en tiempos prehistóricos el latín fue traído a la península Itálica por unos pueblos que procedían del norte. El latín pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas y es miembro de la subfamilia itálica; por otro lado es el antecedente inmediato de las actuales lenguas románicas. En el conjunto de las lenguas indoeuropeas, que no eran itálicas, se encontraba relacionado con el sánscrito y el griego, y con las subfamilias céltica y germánica. Una vez introducido en Italia fue el dialecto de la región de Roma.

Las lenguas itálicas están constituidas por el grupo latino al que pertenecieron los dialectos falisco, latino y algunos otros dialectos, y por otro lado el osco y el umbro menos documentados. Las primeras inscripciones en latín son del siglo VI a.C., en tanto que los primeros textos escritos son ligeramente anteriores al siglo III a.C. Sufrió la influencia de los dialectos célticos del norte de Italia, de la lengua etrusca, que no era indoeuropea, y se hablaba en el región central de la península Itálica, y del griego que se hablaba en el sur antes del siglo VIII a.C.



El latín era utilizado de forma culta en escritos, pero de forma vulgar en la oralidad, y de él  proceden las lenguas románicas, en la época en que ya se había desarrollado la lingua romana, que es la forma tardía del latín. Esto explica que muchas palabras románicas no procedan de un término culto o clásico sino del correspondiente del nivel coloquial popular. Así por ejemplo, la palabra latina equus que significaba caballo cayó en desuso y fue sustituida por caballus que significaba rocín y es de la que proceden la castellana caballo y la francesa cheval; 

Durante la edad media, en Europa occidental las cartas se escribían en latín. Se denomina latín medieval o bajo latín a la lengua latina que se usa en este periodo. Era una lengua viva incluso para la gente no instruida y que no lo hablaba, porque era la lengua empleada por la Iglesia tanto en el culto diario como en los escritos. No obstante sufrió muchos cambios: la sintaxis se simplificó, se adoptaron numerosos neologismos de orígenes diversos y muchas palabras cambiaron de significado. A pesar de eso, el latín cambió menos que el francés o el castellano en este periodo.


LAS FESTIVIDADES MÁS IMPORTANTES

El poeta Ovidio escribió en la madurez de su vida un calendario poético llamado Fastos, donde describe las diversas fiestas romanas, así como las leyendas relacionadas con cada una de ellas. Escribió un libro por cada mes del año, de los que sólo conservamos en la actualidad los 6 primeros.



Los romanos llamaban "Feriae" a las fiestas, y la asistencia a las mismas era pública pero no obligatoria. Para ello se interrumpía el comercio, el trabajo y los procesamientos, además de que se debían evitar las pendencias y las peleas de particulares. Como curiosidad, decir que los esclavos y algunos animales continuaban ejerciendo sus labores en esos días, con excepción de los equinos (caballos). En general, el carácter de las fiestas era religioso, dedicado a la gran mayoría de dioses y diosas.
En el siguiente enlace podéis descubrir cuáles eran los días del año más importantes para los romanos.FESTIVIDADES DE LOS ROMANOS




sábado, 28 de marzo de 2015

Acueductos romanos.

¿Quieres saber una cosa? ¿sabes que en España tenemos acueductos construidos por los romanos?  En esta entrada conocerás nuestros acueductos.

¿Sabías que....?  Los romanos construyeron numerosos acueductos para proporcionar agua a las ciudades y son muchos los que aún conservan parte de esta magnífica obra de ingeniería reemplazando los canales abiertos por tuberías.







Acueducto de les Ferreres (Tarragona)

Diez acueductos romanos para admirarEl llamado Acueducto de les Ferreres, en ocasiones denominado también Puente del Diablo, es una arquería romana que forma parte del acueducto que suministraba agua desde el río Francolí a la ciudad de Tarraco (Tarragona), desde una distancia de 25 km. La arquería está situada en las afueras de la ciudad de Tarragona, designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, gracias a que es uno de los monumentos de la época romana que se conservan en tan buen estado.
El acueducto fue construido en el siglo I a.C. por Augusto y suministraba agua desde el río Francolí HACIA la ciudad de Tarraco, capital de la provincia romana Hispania Citerior Tarraconensis que abarcaba, en su época de máximo esplendor, dos terceras partes de la península ibérica. Se utilizó hasta bien entrado el siglo XVIII.
Mide 217 metros de largo y 27 metros de altura máxima y tiene dos niveles con arcos superpuestos y construido en obra de sillares unidos en seco.



Acueducto de Segovia

Diez acueductos romanos para admirarEl Acueducto de Segovia es la obra de ingeniería civil romana más importante de España y su arquería es uno de los monumentos más significativos y mejor conservados de los que dejaron los romanos en la Península. Aunque no se pueda saber con certeza la época en que fue construido los investigadores lo sitúan entre la segunda mitad del siglo I y principios del II, en tiempo de los emperadores Vespasiano o Nerva.
El acueducto de Segovia conduce las aguas del manantial de la Fuenfría, situado en la sierra cercana a 17 kilómetros de la ciudad, en un paraje denominado La Acebeda. Recorre más de 15 kilómetros antes de llegar a la ciudad y en la parte más elevada mide 28 metros. En tiempos de los Reyes Católicos se realizó la primera gran obra de reconstrucción del acueducto.
Se ha mantenido en activo a través de los siglos y quizás por eso haya llegado a día de hoy en perfecto estado. Hasta casi nuestros días proveía de agua a la ciudad de Segovia, y más concretamente a su Alcázar.


Acueducto de Los Milagros en Mérida

Diez acueductos romanos para admirarMérida fue fundada por Roma en el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Augusto para servir de retiro a los soldados veteranos -eméritos- de las legiones V Alaudae y X Gemina. La ciudad, una de las más importantes de toda Hispania, fue dotada con todas las comodidades de una gran urbe romana y ejerció de capital de la provincia romana de Lusitania.
El «Conjunto arqueológico de Mérida» fue declarado por la Unesco, en 1993, Patrimonio de la Humanidad, debido a su importante interés histórico y monumental. Una pieza única de ese conjunto arqueológico es el acueducto de los Milagros, conducción que, en época romana, suministraban agua a la ciudad de Emérita Augusta.
El punto de captación de agua se situaba en el embalse de Proserpina, desde donde nacía una conducción de unos 12 kilómetros. El inicio, en las proximidades de la presa, la conducción se hacía por una galería subterránea, excavada en roca. En la parte final de dicha conducción, esta tuvo que salvar el río Albarregas, para lo cual se tuvo que construir una serie de arquerías que formaron la parte más monumental de la construcción. Estas se alargan 830 metros, con una altura de 25 metros en la parte más profunda del valle del río Albarregas. 
A día de hoy 73 pilares permanece en pie.



Acueducto romano de Los Bañales (Aragón)

Diez acueductos romanos para admirarLos Bañales, en el término municipal de Uncastillo, en Zaragoza, se encuentra uno de los principales yacimientos arqueológicos de Aragón.
El acueducto romano de Los Bañales es una joya arquitectónica y única dentro de este tipo de construcciones ya que en su parte elevada la tubería discurría sobre una caja de madera además, Los Bañales conserva el trazado casi completo desde la toma de agua, el sistema de conducción sobre pilares y el canal excavado en la roca por el que entraba el agua a la ciudad.
Otro elemento que hace de este acueducto diferente a otros de época romana es por su recubrimiento del muro de la presa que para evitar que perdiera agua fue revestido de arcilla en lugar del clásico hormigón.
De este singular acueducto, datado a mediados del siglo I, se conservan 32 pilastras, posiblemente menos de la mitad de las que debió tener.



Acueducto de Almuñécar

Diez acueductos romanos para admirar
En la localidad de Almuñécar, en Granada, los romanos también dejaron su huella con un acueducto que, si bien no es de los más conocidos de España, si conserva varios tramos del trazado original que se han mantenido en funcionamiento hasta nuestros días para regar los huertos de la ciudad. Por distintos motivos el acueducto perdió piedras con el paso de los años y el canal quedó interrumpido.
Construido en el siglo I d.C. fue utilizado posteriormente en el sistema de acequias árabe y declarado en 1931 Bien de Interés Cultural. El tramo a la vista de mayor altura se localiza junto al cauce del río Verde.





Videos sobre nuestros acueductos.

























El arte en Roma.

Seguidamente os mostraremos algunos ejemplos de obras de arte realizadas por los romanos.
  • Templos:
Templo de Portuno.
El Templo de Portuno es un templo romano construido en el siglo I a. C. en la ciudad de Roma, localizándose en el Foro Boario.
Es una construcción religiosa de planta rectangular realizada en mármol. El templo de Portuno se hallaba en la zona del puerto, cerca del puente Emilio, siendo construido alrededor de 80/70 a. C. Presenta cuatro columnas en el frente y siete en los lados. El templo es próstilo, tetrástilo y pseudoperíptero. Es de orden jónico, con columnas de una altura aproximada de 8 metros, recubiertas de estuco para darle un acabado más esbelto y refinado. El frontón, que sobresale mucho, y el entablamento son lisos. Al templo se accede a través de una escalinata frontal. Tradicionalmente ha sido considerado como el templo de la Fortuna Viril, pero hoy en día se piensa que estuvo dedicado a Portuno, divinidad protectora del puerto fluvial.


El hecho de que este templo haya llegado hasta nuestros días en un excelente estado de conservación se debe a que en el siglo IX d. C. se convirtió en un templo dedicado a Santa María Egipcíaca, patrona de las prostitutas arrepentidas, abriéndose algunas ventanas en el interior y poco más. Posteriormente, en el siglo XVI, el edificio pasó a una orden monacal armenia, la cual realizó algunas reformas pero que apenas afectaron al edificio, construyéndose diversos edificios contra sus muros (véase fotografía), los cuales fueron demolidos durante el régimen fascista de Mussolini en los años 1930.


Templo Maison Carré

La Maison Carrée («Casa Cuadrada» en español) es un templo romano consagrado al culto imperial en la ciudad francesa de Nimes.
La estructura del edificio es rectangular y mide 26 m de largo, 15 m de ancho con una altura de 17 m.1 Tiene una cubierta a dos aguas, y la única escalera de acceso está en la fachada porticada, que daba al foro. El templo es considerado paradigmático de la arquitectura romana debido a que se alza sobre un gran podio de paredes verticales y que es un templo pseudoperíptero, cuyas semicolumnas laterales y traseras se adosan al muro de la cella -el santuario propiamente dicho, reservado a la imagen de la divinidad en los templos romanos, etruscos y griegos- simulando así galerías abiertas. Es un edificio hexástilo -es decir, con seis columnas en el pórtico-, y su decoración es de orden corintio.



Templo de Vesta

El Templo de Vesta es uno de los templos más antiguos de Roma y está ubicado al sur de la Vía Sacra, delante de la Regia. En él se custodiaba, siempre encendido, el fuego sagrado en honor de la diosa Vesta. Vesta es conocida como la protectora de Roma, diosa del Fuego y del Hogar. Según la tradición romana, el culto a la diosa Vesta fue creado por Numa Pompilio, segundo rey de Roma.
El edificio fue objeto de varias reconstrucciones, que conservaron la entrada orientada hacia el este y la forma circular de la planta (inspirada en las cabañas de la Edad del Hierro), la más reciente a la cual pertenecen los restos conservados es de la época de Julia Domna, esposa de Septimio Severo en 191.
El templo, circular, se eleva sobre un podio de unos 15 metros de diámetro con la cella rodeada por veinte columnas corintias embebidas. El techo era cónico y tenía una abertura para permitir la salida del humo. Dentro de la cella no se encontraba la estatua de culto, sino solo el fuego sagrado. Una cavidad trapezoidal, que se abre en el podio, y a la que se accedía solo desde la cella parece ser la ubicación del penus Vestae, donde se conservaban los objetos que Eneas trajo de Troya: el Paladio (imagen de madera de Minerva) y las imágenes de los Penates.

En el año 394 d. C. el templo fue clausurado por Teodosio I el Grande con el objetivo de difundir el cristianismo en el Imperio romano.






  • Basílicas:
Basílica Majencio



La Basílica de Majencio estaba situada en el foro de Roma. Era uno de los edificios romanos más importantes destinado a la administración de justicia, y a los tratos comerciales. Su forma y su planta fue copiada en la era cristiana para construir las primeras iglesias. Solía tener una planta de tres naves; una central y dos laterales.
La Basílica de Majencio se inició en el año 306 d.C. bajo el mandato del Emperador Majencio, pero no fue terminada hasta 312 d.C., ya en el mandato del Emperador Constantino.
Alojaba una estatua colosal de Constantino construida en mármol y bronce dorado. Algunas partes de esta estatua se encuentran en el patio del Palacio de los Conservadores en el Campidoglio de Roma. La decoración principal se concentraba en las columnas de mármol y sobre todo en el artesonado de las bóvedas de cañón. Este artesonado, además de ser decorativo, reducía el peso propio de las bóvedas y hacía la construcción más económica.
Actualmente de las ruinas sigue en pie la pared norte.


  • Termas:
Termas de Caracalla


Las Termas de Caracalla, o Termas Antoninas, fueron unos baños públicos de la Roma imperial. Se construyeron entre 212 y 217 d. C., bajo el gobierno del emperador Caracalla. Se inauguraron con el nombre de Termas Antoninas. Actualmente, las extensas ruinas de estas termas son una atracción turística importante. Aunque fueron despojadas de sus esculturas y demás riquezas desde fecha temprana, se conservan aún grandes fragmentos de mosaicos, algunos de ellos correspondientes a la planta superior del edificio, que se desplomó.
Varias de las gigantescas bañeras de mármol, esculpidas en un solo bloque, se trasladaron al centro de Roma para usarlas como fuentes. Su escultura más famosa, el grupo llamado Toro Farnesio, se conserva en el Museo Arqueológico de Nápoles. Actualmente, los restos del complejo se encuentran entre la Viale Aventino (avenida Aventino), y la Viale delle Terme di Caracalla (avenida de las Termas de Caracalla).
El edificio fue destruido por un terremoto en 847, aunque ya desde 537 no se usaba porque los canales de agua resultaron destruidos en una guerra.


  • Teatro:
Teatro de Mérida
El Teatro romano de Mérida es un teatro histórico levantado por la Antigua Roma en la colonia Augusta Emerita, actual Mérida (España). Su creación fue promovida por el cónsul Marco Vipsanio Agripa y, según fecha inscrita en el propio teatro, su inauguración se produjo hacia los años 16—15 a. C. «Príncipe entre los monumentos emeritenses», como lo denominó José Menéndez-Pidal, arquitecto que dirigió su reconstrucción desde 1964,1 el teatro es Patrimonio de la Humanidad según la Unesco como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.
El teatro ha sufrido varias remodelaciones, la más importante hacia el año 105, en época del emperador Trajano, cuando se levantó el actual frente escénico, y otra en época de Constantino I, entre los años 333 y 335. El teatro fue abandonado en el siglo IV d. C. tras la oficialización en el Imperio romano de la religión cristiana, que consideraba inmorales las representaciones teatrales. El edificio fue cubierto de tierra y durante siglos su única parte visible fue la summa cavea, las gradas superiores, que fueron bautizadas por los emeritenses «Las Siete Sillas». Las excavaciones arqueológicas en el edificio comenzaron a principios del siglo XX y desde 1933 el teatro alberga la celebración del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. En 2007 el teatro fue nombrado uno de los 12 Tesoros de España.


  • Anfiteatro:
Anfiteatro Flavio

El Anfiteatro de Pozzuoli, llamado anfiteatro de Flavio, fue construido a finales del siglo I, en tiempos del emperador romano Vespasiano, de la familia de los Flavios. Fueron seguramente los mismos arquitectos que construyeron el Coliseo que data también de la época de Vespasiano. Estaba construido en la ciudad de Puteoli (la actual Pozzuoli), en Campania.
El anfiteatro de Pozzuoli, que cuatro grandes inscripciones dicen que fue edificado a expensas de la colonia misma, es el tercer anfiteatro por su amplitud (podía contener desde 35.000 a 40.000 espectadores), inferior sólo al Coliseo y al anfiteatro de Capua.
Coronada por un ático la construcción de tres plantas estaba rodeada por un pórtico exterior sostenido por pilastras de piedra con semicolumnas, a las que más tarde se añadieron como refuerzo pilastras de ladrillo.
Desde el porticado se alzaban las 20 rampas de escaleras que permitían el acceso a las plantas más altas de la cávea. En total, las entradas eran 16 y cuatro de ellas, las principales, estaban situadas en los extremos de los ejes.
A lo largo del perímetro interior había un corredor de servicio que conducía a la arena y, al sur, a una estancia quizá destinada al culto imperial.
Otros espacios de distinta finalidad estaban cavados bajo la cávea a lo largo del perímetro exterior. La parte subterránea del anfiteatro, que permaneció más tiempo enterrada, es la mejor conservada; parece añadida en época de Trajano o de Adriano.
En el interior de los cuatro sectores formados por los dos corredores ortogonales y por un gran ambulacro elíptico a lo largo del muro de la arena estaban situadas las estancias para las diversas exigencias de los espectáculos (juegos de gladiadores y cacerías).
Un foso de 43 m a lo largo del eje principal permitía la elevación de grandes escenografías. Otros hoyos permitían levantar las jaulas con las fieras sobre la arena,
En este teatro habrían muerto, víctimas de las fieras, San Genaro (patrono de Nápoles) y San Procolo (patrono de Pozzuoli) durante la persecución llevada a cabo en el 305. Según la tradición los dos mártires acabaron decapitados junto a la Solfatara, a causa del contratiempo que impidió a las autoridades llegar al circo para presenciar el espectáculo convenido.
El anfiteatro más antiguo, mucho más pequeño que el de Flavio, salió a la luz a comienzos del siglo XX, cuando ya sus escasos restos habían sido estropeados durante el curso de los trabajos sobre la línea ferroviaria Roma-Nápoles.
Del edificio, que se remonta a finales del siglo II a. C. y considerado por eso uno de los anfiteatros más antiguos, hoy sólo pueden distinguirse algunas arcadas de sostén de la cávea y la galería que la coronaba, situadas a un centenar de metros del anfiteatro de Flavio.
Éste era de estructura simple, sin sótanos ni hoyos para las máquinas de elevación. Fue retocado durante el siglo I a. C., cuando se añadió una galería cubierta en la summa cavea. Se distinguen dos técnicas murarias, una en opus incertum y la siguiente en opus reticulatum.


  • Arco del triunfo:
Arco de Tito

El arco de Tito es un arco de triunfo, situado en la Vía Sacra, justo al sureste del Foro, en Roma. Fue construido poco después de la muerte del emperador Tito (nacido en el año 39 d.C., y emperador entre los años 79 y 81 d.C.).
El arco de Tito rememora las victorias de Tito contra los judíos. Las figuras que lo adornan se mueven entre lo real y lo divino, fundiéndose en una misma composición. En una de las escenas representadas aparece un personaje con yelmo (la diosa Roma); en otra escena aparece una “victoria”, que es un ser con alas que coloca la corona de laureles al emperador.
El arco se apoya en un podio sobre el que se encuentra el cuerpo formado por una bóveda de cañón asentada sobre dos pilares decorados con dos pares de columnas adosadas de capitel compuesto y ventanas ciegas en medio. Sobre el cuerpo se encuentra el ático, con una inscripción alusiva a Tito. A diferencia de otros arcos de triunfo como el Arco de Constantino, los relieves se concentran en las enjutas donde aparecen las Victorias que se dirigen a la clave, que destaca sobre el resto del arco. El entablamento está formado por un arquitrabe a tres bandas, un friso que representa el desfile triunfal de las legiones romanas en Jerusalén y una cornisa que soporta el ático. El intradós está decorado con casetones y a ambos lados hay representaciones de la entrada de Tito en Jerusalén, honrado por los soldados que portan un candelabro de siete brazos procedente del segundo Templo de Jerusalén.

Política en Roma.

En esta entrada os adjuntamos un breve vídeo sobre la política en Roma.





Este otro vídeo explica la evolución de la política en Roma, se trata de un vídeo que fue realizado por una profesora para explicarle dicho proceso a sus alumnos.
 

Clases sociales

                                      las-clases-sociales-en-el-imperio-romano-patricios-plebeyos-nobles-y-plebeyos-caballeros

A continuación os dejamos un esquema de cómo estaban organizadas las clases sociales en la época romana:

                                      las-clases-sociales-en-el-imperio-romano-patricios-plebeyos-nobles-y-plebeyos-caballeros-esquema
Los  patricios son familias más antiguas de Roma, quienes formaban una aristocracia de propietarios de tierras. Poseían todos los privilegios tanto fiscales, como judiciales, políticos y también culturales. Eran ciudadanos de pleno derecho.

Los plebeyos son todos aquellos que estaban por fuera del grupo de los Patricios. Originalmente carecían de derechos, pero a través de siglos de luchas sociales se les fueron reconociendo derechos similares a los de los Patricios. Entre ellos el de ser Ciudadanos Romanos, a elegir representantes y a tener sus propias instituciones políticas.
Entre los plebeyos había grandes diferencias económicas, por lo que dentro de los denominados Plebeyos se pueden distinguir los siguientes grupos: nobles, caballeros y clientes.
                                 image 
  • Nobles eran los plebeyos más ricos, que se igualaban a los patricios por su fortuna y por ocupar los cargos políticos más importantes.

  • Caballeros eran plebeyos con una fortuna intermedia, que obtenían por sus trabajos como comerciantes, agricultores o profesionales, llegaban a ocupar cargos políticos de mediana importancia.

  • Clientes eran plebeyos que no tenían recursos propios y se ponían al servicio de un patricio (para ir a la guerra, votarlo en los comicios). A cambio, su patrón les daba alimentos y/o dinero. Con el paso del tiempo, los clientes fueron empobreciéndose cada vez más, hasta convertirse en una masa de desocupados fácil de manipular con fines políticos.

    Para obtener más información podéis ver la siguiente presentación:
                               

viernes, 27 de marzo de 2015

Derechos

¿Cuándo nació el derecho romano?

En un principio la ley se basaba en las costumbres de los antepasados y se transmitía de forma oral. Los pontifex eran los interpretes y lo hacían en beneficio de los patricios.  

En el s. V a.C., la plebe obligó a que las leyes se recopilaran y escribieran para evitar cualquier manipulación. Una comisión de diez magistrados elaboró la Ley de las Doce Tablas, código que garantizaba la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos y que fue la raíz del derecho romano. 

                                     

¿Cómo se modificaban las leyes? ¿Quiénes eran los legisladores? 

Durante la República, las fuentes del derecho romano fueron la Ley de las Doce Tablas, los plebiscitos, normas elaboradas en los comicios tribunicios y los edictos de los pretores.
Durante el imperio, legislaba el emperador. Sin embargo, en este periodo destacan más las denominadas Constituciones, recopilación y sistematización del cuerpo jurídico desarrollado durante la República.

¿Había un único derecho? 

 Cuando Roma fue conquistando otros territorios, crearon un nuevo código legal, el ius gentium que regulaba las relaciones con otros pueblos y entre romanos y peregrinos (extranjeros que vivían en Roma). El ius gentium es el origen del derecho internacional


¿Cómo era el procedimiento judicial? 

 Los romanos, además, de leyes regularon  los procedimientos judiciales con el objetivo de garantizar la independencia judicial. En los contenciosos, intervenían el demandante y el demandado.

Cuando un particular pleiteaba, le correspondía al pretor determinar la necesidad o no de realizar un juicio. En el caso afirmativo el juez, elegido por consenso entre las partes, estaba obligado a dictar sentencia ateniéndose a la legislación vigente.

En las causas criminales, el demandado podía apelar ante las asambleas populares si no estaba de acuerdo con la sentencia.

¿Y los castigos? 

El sistema de penas fue evolucionando. En un principio era muy duro, ya que imperaba la ley del talión (el ojo por ojo).

Según pasó el tiempo la pena se ajustó a la gravedad de la infracción cometida valorándose las circunstancias. 


¿Cómo pervivió el derecho romano? 

Cuando desapareció el Imperio Romano de Occidente, el emperador bizantino Justiniano se propuso en el s. VI la reconstrucción del Antiguo Imperio Romano. Por ello, además de la recuperación territorial, ordenó la recopilación de todo el derecho romano, el denominado Corpus Iuris Civilis. Esta obra ha permitido un exhaustivo conocimiento del derecho romano y su pervivencia a lo largo de la historia.

¿Qué queda del derecho romano en la actualidad?

 El derecho romano fue el sustrato legal básico de todos los países de occidente hasta el s. XIX, momento en el que la formación de los estados-nación llevó a la elaboración de Constituciones y leyes propias.
Sin embargo, en la actualidad el derecho romano sigue vigente en lo básico, es decir, no en las instituciones, leyes o procedimientos, sino en las ideas de independencia judicial y de respeto por la ley, que igualan en derechos a todos los ciudadanos, y que hoy consideramos, condición sine qua non de la democracia.


 

Ocio

                                   
 
                                                       
Ocio en Roma



    Los romanos apreciaban mucho el ocio, y lo usaban, sobre todo, para realizar actividades divertidas y placenteras, además para socializarse entre ellos.


       Las clases sociales en Roma y su Imperio se dividían en esclavos, libertos, extranjeros, ciudadanos de la plebe y la clase alta de terratenientes. En la parte más alta de la sociedad, con más riquezas y más poder, estaban los senadores y caballeros y sus familias. Cada clase social tenían diferentes diversiones pero todas compartían cosas en común, como las fiestas religiosas, los espectáculos y otras celebraciones típicas de la cultura romana.


Ocio y política

                              
                              
En Roma, la política a veces se relacionaba con el ocio, como por ejemplo, en los triunfos que celebraban los generales victoriosos o en fiestas y banquetes que pagaban los magistrados o los políticos que se presentaban a elecciones para ganar popularidad.
El triunfo era un desfile, en el que el general victorioso entraba con el botín, los prisioneros y su ejército haciendo una procesión por las calles principales, para que el pueblo pudiera contemplar el producto de sus conquistas y aclamarlo. Era un motivo de fiesta y celebración popular.
Además, los magistrados, como los ediles, organizaban, en las fechas de fiestas religiosas, banquetes y espectáculos, pagados muchas veces por ellos mismos.

Espectáculos
                
                               
                         


Los magistrados organizaban espectáculos para el pueblo, que acudía a ellos gratuitamente. Los favoritos de los romanos eran el circo, el anfiteatro y el teatro. En cada edificio se hacían diferentes espectáculos.
El circo era un espacio ovalado, con gradas, una arena central con un muro en el medio. El circo Máximo de Roma medía medio kilómetro y tenía cabida para casi 400.000 espectadores.
En el circo se hacían carreras de carros, carreras a pie, exhibiciones a caballo y luchas simuladas entre los jóvenes nobles.
                                

                           
 El anfiteatro era un gran edificio ovalado, como dos teatros juntos. Tenía gradas para los espectadores, una arena central y subterráneos donde se escondían animales, decorados y gladiadores. Los espectáculos más típicos del anfiteatro eran luchas de gladiadores, peleas de fieras y simulacros de batallas navales.
El organizador de los juegos, determinaba con un gesto de la mano el perdón o la condena del perdedor, el ganador obtenía además de la fama premios materiales. 

Ocio privado 



Hemos visto hasta ahora manifestaciones de ocio y diversión públicas, hechas en las calles y organizadas por los dirigentes, pero el ocio también se daba en lo privado.
Para los romanos, la cena, que era la comida que se hacía al caer el sol, era motivo para realizar banquetes, que, en las casas adineradas y en ocasiones especiales eran inmensos, con invitados, y manjares exquisitos.
Beber, en grupo, era una actividad de ocio que sucedía en tabernas, abiertas al público, en collegias, que eran hermandades religiosas o laborales y en burdel.
Las fiestas privadas, además, se hacían en las casas con motivo de bodas, nacimientos y funerales.


Los baños 

                            


Una de las actividades de ocio que más agradaban a los romanos era ir a las termas. Se trataba de baños públicos donde había además de piscinas de diferente temperatura, salas de masaje, saunas, jardines y espacios para la gimnasia. Pero lo más importante de las termas no era la higiene y cuidado del cuerpo; sobre todo eran espacios para relacionarse. 

Para tener más información sobre este tema podéis acceder a los siguientes enlaces: