- Templos:
El Templo de Portuno es un templo romano construido en el
siglo I a. C. en la ciudad de Roma, localizándose en el Foro Boario.
Es una construcción religiosa de planta rectangular
realizada en mármol. El templo de Portuno se hallaba en la zona del puerto,
cerca del puente Emilio, siendo construido alrededor de 80/70 a. C. Presenta
cuatro columnas en el frente y siete en los lados. El templo es próstilo,
tetrástilo y pseudoperíptero. Es de orden jónico, con columnas de una altura
aproximada de 8 metros, recubiertas de estuco para darle un acabado más esbelto
y refinado. El frontón, que sobresale mucho, y el entablamento son lisos. Al
templo se accede a través de una escalinata frontal. Tradicionalmente ha sido
considerado como el templo de la Fortuna Viril, pero hoy en día se piensa que
estuvo dedicado a Portuno, divinidad protectora del puerto fluvial.
El hecho de que este templo haya llegado hasta nuestros días
en un excelente estado de conservación se debe a que en el siglo IX d. C. se
convirtió en un templo dedicado a Santa María Egipcíaca, patrona de las
prostitutas arrepentidas, abriéndose algunas ventanas en el interior y poco
más. Posteriormente, en el siglo XVI, el edificio pasó a una orden monacal
armenia, la cual realizó algunas reformas pero que apenas afectaron al
edificio, construyéndose diversos edificios contra sus muros (véase
fotografía), los cuales fueron demolidos durante el régimen fascista de
Mussolini en los años 1930.
Templo Maison Carré
La Maison Carrée («Casa Cuadrada» en español) es un templo
romano consagrado al culto imperial en la ciudad francesa de Nimes.
La estructura del edificio es rectangular y mide 26 m de
largo, 15 m de ancho con una altura de 17 m.1 Tiene una cubierta a dos aguas, y
la única escalera de acceso está en la fachada porticada, que daba al foro. El
templo es considerado paradigmático de la arquitectura romana debido a que se
alza sobre un gran podio de paredes verticales y que es un templo pseudoperíptero,
cuyas semicolumnas laterales y traseras se adosan al muro de la cella -el
santuario propiamente dicho, reservado a la imagen de la divinidad en los
templos romanos, etruscos y griegos- simulando así galerías abiertas. Es un
edificio hexástilo -es decir, con seis columnas en el pórtico-, y su decoración
es de orden corintio.
Templo de Vesta
El Templo de Vesta es uno de los templos más antiguos de
Roma y está ubicado al sur de la Vía Sacra, delante de la Regia. En él se
custodiaba, siempre encendido, el fuego sagrado en honor de la diosa Vesta.
Vesta es conocida como la protectora de Roma, diosa del Fuego y del Hogar.
Según la tradición romana, el culto a la diosa Vesta fue creado por Numa
Pompilio, segundo rey de Roma.
El edificio fue objeto de varias reconstrucciones, que
conservaron la entrada orientada hacia el este y la forma circular de la planta
(inspirada en las cabañas de la Edad del Hierro), la más reciente a la cual
pertenecen los restos conservados es de la época de Julia Domna, esposa de
Septimio Severo en 191.
El templo, circular, se eleva sobre un podio de unos 15
metros de diámetro con la cella rodeada por veinte columnas corintias
embebidas. El techo era cónico y tenía una abertura para permitir la salida del
humo. Dentro de la cella no se encontraba la estatua de culto, sino solo el
fuego sagrado. Una cavidad trapezoidal, que se abre en el podio, y a la que se
accedía solo desde la cella parece ser la ubicación del penus Vestae, donde se
conservaban los objetos que Eneas trajo de Troya: el Paladio (imagen de madera
de Minerva) y las imágenes de los Penates.
En el año 394 d. C. el templo fue clausurado por Teodosio I
el Grande con el objetivo de difundir el cristianismo en el Imperio romano.
- Basílicas:
La Basílica de Majencio estaba situada en el foro de Roma. Era
uno de los edificios romanos más importantes destinado a la administración de
justicia, y a los tratos comerciales. Su forma y su planta fue copiada en la
era cristiana para construir las primeras iglesias. Solía tener una planta de
tres naves; una central y dos laterales.
La Basílica de Majencio se inició en el año 306 d.C. bajo el
mandato del Emperador Majencio, pero no fue terminada hasta 312 d.C., ya en el
mandato del Emperador Constantino.
Alojaba una estatua colosal de Constantino construida en
mármol y bronce dorado. Algunas partes de esta estatua se encuentran en el
patio del Palacio de los Conservadores en el Campidoglio de Roma. La decoración
principal se concentraba en las columnas de mármol y sobre todo en el
artesonado de las bóvedas de cañón. Este artesonado, además de ser decorativo,
reducía el peso propio de las bóvedas y hacía la construcción más económica.
Actualmente de las ruinas sigue en pie la pared norte.
- Termas:
Las Termas de Caracalla, o Termas Antoninas, fueron unos
baños públicos de la Roma imperial. Se construyeron entre 212 y 217 d. C., bajo
el gobierno del emperador Caracalla. Se inauguraron con el nombre de Termas
Antoninas. Actualmente, las extensas ruinas de estas termas son una atracción
turística importante. Aunque fueron despojadas de sus esculturas y demás
riquezas desde fecha temprana, se conservan aún grandes fragmentos de mosaicos,
algunos de ellos correspondientes a la planta superior del edificio, que se
desplomó.
Varias de las gigantescas bañeras de mármol, esculpidas en
un solo bloque, se trasladaron al centro de Roma para usarlas como fuentes. Su
escultura más famosa, el grupo llamado Toro Farnesio, se conserva en el Museo
Arqueológico de Nápoles. Actualmente, los restos del complejo se encuentran
entre la Viale Aventino (avenida Aventino), y la Viale delle Terme di Caracalla
(avenida de las Termas de Caracalla).
El edificio fue destruido por un terremoto en 847, aunque ya
desde 537 no se usaba porque los canales de agua resultaron destruidos en una
guerra.
- Teatro:
Teatro de Mérida
El Teatro romano de Mérida es un teatro histórico levantado
por la Antigua Roma en la colonia Augusta Emerita, actual Mérida (España). Su
creación fue promovida por el cónsul Marco Vipsanio Agripa y, según fecha
inscrita en el propio teatro, su inauguración se produjo hacia los años 16—15
a. C. «Príncipe entre los monumentos emeritenses», como lo denominó José
Menéndez-Pidal, arquitecto que dirigió su reconstrucción desde 1964,1 el teatro
es Patrimonio de la Humanidad según la Unesco como parte del Conjunto
arqueológico de Mérida.
El teatro ha sufrido varias remodelaciones, la más
importante hacia el año 105, en época del emperador Trajano, cuando se levantó
el actual frente escénico, y otra en época de Constantino I, entre los años 333
y 335. El teatro fue abandonado en el siglo IV d. C. tras la oficialización en
el Imperio romano de la religión cristiana, que consideraba inmorales las
representaciones teatrales. El edificio fue cubierto de tierra y durante siglos
su única parte visible fue la summa cavea, las gradas superiores, que fueron
bautizadas por los emeritenses «Las Siete Sillas». Las excavaciones
arqueológicas en el edificio comenzaron a principios del siglo XX y desde 1933
el teatro alberga la celebración del Festival Internacional de Teatro Clásico
de Mérida. En 2007 el teatro fue nombrado uno de los 12 Tesoros de España.
- Anfiteatro:
Anfiteatro Flavio
El Anfiteatro de Pozzuoli, llamado anfiteatro de Flavio, fue
construido a finales del siglo I, en tiempos del emperador romano Vespasiano,
de la familia de los Flavios. Fueron seguramente los mismos arquitectos que
construyeron el Coliseo que data también de la época de Vespasiano. Estaba
construido en la ciudad de Puteoli (la actual Pozzuoli), en Campania.
El anfiteatro de Pozzuoli, que cuatro grandes inscripciones
dicen que fue edificado a expensas de la colonia misma, es el tercer anfiteatro
por su amplitud (podía contener desde 35.000 a 40.000 espectadores), inferior
sólo al Coliseo y al anfiteatro de Capua.
Coronada por un ático la construcción de tres plantas estaba
rodeada por un pórtico exterior sostenido por pilastras de piedra con
semicolumnas, a las que más tarde se añadieron como refuerzo pilastras de
ladrillo.
Desde el porticado se alzaban las 20 rampas de escaleras que
permitían el acceso a las plantas más altas de la cávea. En total, las entradas
eran 16 y cuatro de ellas, las principales, estaban situadas en los extremos de
los ejes.
A lo largo del perímetro interior había un corredor de
servicio que conducía a la arena y, al sur, a una estancia quizá destinada al
culto imperial.
Otros espacios de distinta finalidad estaban cavados bajo la
cávea a lo largo del perímetro exterior. La parte subterránea del anfiteatro,
que permaneció más tiempo enterrada, es la mejor conservada; parece añadida en
época de Trajano o de Adriano.
En el interior de los cuatro sectores formados por los dos
corredores ortogonales y por un gran ambulacro elíptico a lo largo del muro de
la arena estaban situadas las estancias para las diversas exigencias de los
espectáculos (juegos de gladiadores y cacerías).
Un foso de 43 m a lo largo del eje principal permitía la
elevación de grandes escenografías. Otros hoyos permitían levantar las jaulas
con las fieras sobre la arena,
En este teatro habrían muerto, víctimas de las fieras, San
Genaro (patrono de Nápoles) y San Procolo (patrono de Pozzuoli) durante la
persecución llevada a cabo en el 305. Según la tradición los dos mártires
acabaron decapitados junto a la Solfatara, a causa del contratiempo que impidió
a las autoridades llegar al circo para presenciar el espectáculo convenido.
El anfiteatro más antiguo, mucho más pequeño que el de
Flavio, salió a la luz a comienzos del siglo XX, cuando ya sus escasos restos
habían sido estropeados durante el curso de los trabajos sobre la línea
ferroviaria Roma-Nápoles.
Del edificio, que se remonta a finales del siglo II a. C. y
considerado por eso uno de los anfiteatros más antiguos, hoy sólo pueden
distinguirse algunas arcadas de sostén de la cávea y la galería que la
coronaba, situadas a un centenar de metros del anfiteatro de Flavio.
Éste era de estructura simple, sin sótanos ni hoyos para las
máquinas de elevación. Fue retocado durante el siglo I a. C., cuando se añadió
una galería cubierta en la summa cavea. Se distinguen dos técnicas murarias,
una en opus incertum y la siguiente en opus reticulatum.
- Arco del triunfo:
Arco de Tito
El arco de Tito es un arco de triunfo, situado en la Vía
Sacra, justo al sureste del Foro, en Roma. Fue construido poco después de la
muerte del emperador Tito (nacido en el año 39 d.C., y emperador entre los años
79 y 81 d.C.).
El arco de Tito rememora las victorias de Tito contra los
judíos. Las figuras que lo adornan se mueven entre lo real y lo divino,
fundiéndose en una misma composición. En una de las escenas representadas
aparece un personaje con yelmo (la diosa Roma); en otra escena aparece una
“victoria”, que es un ser con alas que coloca la corona de laureles al
emperador.
El arco se apoya en un podio sobre el que se encuentra el
cuerpo formado por una bóveda de cañón asentada sobre dos pilares decorados con
dos pares de columnas adosadas de capitel compuesto y ventanas ciegas en medio.
Sobre el cuerpo se encuentra el ático, con una inscripción alusiva a Tito. A
diferencia de otros arcos de triunfo como el Arco de Constantino, los relieves
se concentran en las enjutas donde aparecen las Victorias que se dirigen a la
clave, que destaca sobre el resto del arco. El entablamento está formado por un
arquitrabe a tres bandas, un friso que representa el desfile triunfal de las
legiones romanas en Jerusalén y una cornisa que soporta el ático. El intradós
está decorado con casetones y a ambos lados hay representaciones de la entrada
de Tito en Jerusalén, honrado por los soldados que portan un candelabro de
siete brazos procedente del segundo Templo de Jerusalén.
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